¡El final de este clásico shôjo está a punto de llegar en este décimo tomo! «Qué bonita eres, Kuko». Incapaz de soportar el peso de las palabras de Outa, Kuko empieza a revelar la debilidad que lleva dentro y le dice que fue ella quien lo forzó a dejar la pintura. Y que, si ha procurado traerlo de vuelta, no es solo por puro cariño y bondad.