- Editorial:
- TROTTA
- Año de edición:
- 2008
- Materia
- Ensayo filosofico
- ISBN:
- 978-84-8164-954-3
- Páginas:
- 304
- Encuadernación:
- Rústica
- Colección:
- ESTRUCTURAS Y PROCESOS SERIE FILOSOFIA
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SABER GOZAR
ESTUDIOS SOBRE EL PLACER EN PLATON
BOSSI BEATRIZ
Disponibilidad:
Frente al dualismo estricto y el consiguiente rechazo de lo sensible, premisas de la interpretación secular del platonismo, el presente estudio descubre en los diálogos platónicos una visión más equilibrada y matizada sobre el placer, el cuerpo y la sensibilidad. No hay dos mundos absolutamente separados, sino dos órdenes que se manifiestan en un mundo posible: los principios unificadores y permanentes de carácter intelectual explican y fundan las composiciones y las mezclas del fluir sensible. Platón y Aristóteles ya sabían que la inteligencia o es emocional, en la medida en que concede un lugar a las afecciones, o no es inteligencia. Teniendo el bien como fin, el sabio persigue cierto orden armonioso, que le capacita para llevar una vida noble que lo satisface serenamente y lo llena de placer, lejos de la tiranía de los impulsos que, de otro modo, lo someterían a un vagar indefinido e inconstante. En este marco se inscribe la sabiduría platónica, que sabe calcular los placeres auténticos en vista del conjunto de las fuerzas psíquicas y físicas.
Frente al dualismo estricto y el consiguiente rechazo de lo sensible, premisas de la interpretación secular del platonismo, el presente estudio descubre en los diálogos platónicos una visión más equilibrada y matizada sobre el placer, el cuerpo y la sensibilidad. No hay dos mundos absolutamente separados, sino dos órdenes que se manifiestan en un mundo posible: los principios unificadores y permanentes de carácter intelectual explican y fundan las composiciones y las mezclas del fluir sensible.
Platón y Aristóteles ya sabían que la inteligencia o es emocional, en la medida en que concede un lugar a las afecciones, o no es inteligencia. Teniendo el bien como fin, el sabio persigue cierto orden armonioso, que le capacita para llevar una vida noble que lo satisface serenamente y lo llena de placer, lejos de la tiranía de los impulsos que, de otro modo, lo someterían a un vagar indefinido e inconstante. En este marco se inscribe la sabiduría platónica, que sabe calcular los placeres auténticos en vista del conjunto de las fuerzas psíquicas y físicas.